El papel de la figura de autoridad es en general con todo el Personal de la escuela, de los maestros en su grupo, los padres de familia y no como única autoridad en la escuela la de los directores.
Savater en su libro, El valor de educar, especifica que la palabra “autoridad”, según sus raíces latinas, significa, “hacer crecer”. (1)
Así, podemos decir que la autoridad es aquella persona que se interesa en los demás, que tiene a su cargo el cuidado y la seguridad de los que están bajo su responsabilidad con la intención de hacerlos crecer.
Como maestros la autoridad se otorga al estar a cargo del grupo, para orientar, guiar, proponer, organizar lo relacionado a la educación de sus alumnos, pero esta autoridad se debe ganar siendo personas que escuchan a sus alumnos, los comprenden, los ayudan y apoyan con actitudes positivas, les muestran interés y afecto, evitan llegar al autoritarismo, porque pueden vulnerar la autoestima de los alumnos y generar miedo en lugar de respeto.
Por otra parte los directores, son la autoridad en la escuela en quien se confía el compromiso de la gestión escolar, participando con toda la comunidad educativa con responsabilidad compartida, con los maestros, los padres de familia y funcionarios, como consecuencia la autoridad se ganará gradualmente con la vivencia cotidiana de valores como el respeto, la solidaridad, empatía, responsabilidad; por lo que trabajando colaborativamente no será necesario ser autoritario o imponer una autoridad que no se ha sabido ganar.
La autoridad se gana con el ejemplo, con el trabajo constante, con una enseñanza atractiva y variada, con amplios conocimientos de lo que se enseña y con el interés y cariño que muestra el maestro o la maestra hacia sus alumnos.
(1) SAVATER, Fernando. El valor de educar. Editorial Ariel, 5a. edición, Barcelona, 1997.
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