lunes, 17 de marzo de 2008

Tarea 2

Tarea 2: Opinión respecto a la lectura de González Simancas: “Tres principios de la acción educativa”.

El principio de intervención Educativa [1]

El principio de intervención educativa orienta la tarea de ayuda que presta el educador al educando. Esa relación de ayuda se basa en el supuesto de que una persona ayuda porque está capacitada para ello y otra que es ayudada necesariamente.

El maestro interviene para ayudar a sus educandos en su mejora educativa y de aprendizajes para, incluso lo superen, su intervención para ser positiva debe respetar la libertad del alumno y su autonomía para ganar de él su aceptación, confianza y fe.

Para lograr una intervención exitosa el docente necesita poseer una sólida autoridad basada en una elevada calidad moral, poder, potestad, facultad para intervenir socialmente con prestigio reconocido, notable competencia profesional, madurez y convicciones firmes.

Porque los problemas del educando son los problemas del educador responsable, se tiene la obligación de intervenir con objetividad, serenidad y equilibrio mental característica que debe poseer el educador que pretenda ayudar de verdad, para ello se requiere además sensatez y sentido común.

Los padres (educadores naturales) y los maestros (educadores profesionales) deben colaborar simultáneamente para enseñar no sólo conocimientos, sino métodos de estudio para integrar sus conocimientos relacionándolos unos con otros, enseñando a trabajar, a informarse, a seleccionar la información, a aprender y a pensar sobre lo que se aprende y a saberlo expresar coherentemente.

Para una productiva intervención el profesor se debe abstener de practicar el autoritarismo a través de la coacción, la manipulación, el paternalismo; la dejación a través del permisivismo y la complicidad. Para intervenir adecuadamente, la acción de autoridad se debe practicar como cualidad personal del educador: ser guía, proporcionar consejo cuando sea oportuno, orientar con respecto al proyecto de vida. Rechazar el concepto de autoridad como simple poder o potestad. Nunca falsear la autoridad es decir no ser impostor o de falsa superioridad, pretende ganarse a los alumnos, rayar en lo jocoso, chistoso, no exigir nada para no dañar su fama de bondadoso (debilidad) caer en la irresponsabilidad, mostrar una amistad que nada tiene de formativa o perfectiva.



[1] González Simancas, J. L. y Carbajo López, F. (2005).Tres Principios de la acción educativa. Capítulo II. “El principio de la intervención educativa”, pp.95-129.

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